Alucinante, ¿a que sí?, pues no, la verdad es que de alucinante no tiene nada. Si preguntas a la gente que sigue en ella, en la secta, se reirán y dirán que de secta nada, que es la mejor Clínica de Psicoterapia de Madrid, que las locas son las chicas que se han ido. Pero no, de eso nada de nada, después de reflexionar muchísimo sobre el tema, he llegado a la conclusión de que mi anteriormente amada y actualmente odiada Clínica, de nombre pongamos A., es una secta con todas sus características.
Pues A. es una clínica especializada en trastornos de la conducta alimentaria, por eso la mayoría de pacientes son chicas, pero tratan cualquier tipo de trastorno. De hecho, yo llegué con mi fobia social, que he comentado en algún post anterior y me dijeron que podían tratarme, además añadieron, que mi caso tenía muy buena pinta. La razón que me dieron fue que yo sabía muy bien lo que me pasaba, no como otras personas que llegaban diciendo que estaban ahí por su familia, pero que realmente ellas no tenían ningún problema. Era muy positivo, según ellos, que yo admitiera que tenía un problema.
Esto fue cuando yo tenía unos 28 años y he permanecido allí hasta los 39, hasta este año en mayo, más o menos. Es decir, se han llevado 10 años de mi vida, haciendo que pensara que si seguía a rajatabla lo que ellos me decían, me pondría bien. Pero no, qué va, una vez que entras es muy difícil salir, y desde luego, si sales, no sales curada. Hay chicas que han salido de allí con un alta médica, del dueño de A., al que llamaremos D., y que pasados unos meses han vuelto a estar mal.
En primer lugar, de lo único de lo que es especialista D. es de T.C.A.'s (Trastornos de la Conducta Alimentaria), en este tema me parece, desde mi modesta opinión, que funcionaba bien. El problema es la comorbilidad, es decir, que el T.C.A., viene como consecuencia de otros problemas: baja autoestima, inseguridad, trastorno obsesivo-compulsivo, fobia social, trastorno bipolar, etc...y D. podía mejorar la situación del T.C.A., pero cuando salía a la luz el 2º problema, la raíz de todo, eso ya era otra cosa...El problema se estancaba, se angostaba, se enraizaba y aunque en A. nos decían que el problema iba a mejor, era mentira, totalmente falso, pero nos lo creíamos, porque D. para nosotros era Dios y nunca nos diría mentiras, nunca nos fallaría, nunca nos abandonaría sin curarnos, ja, ja, ja...qué ilusas.
Yo he intentado salir de allí muchas veces, pero era tal mi confianza en D., que siempre volvía a pensar que la culpa de no mejorar era mía, que hacía mal las cosas que tenía que hacer, ¿pero cómo lo iba a hacer bien, si tenía Fobia Social y me ponían de compromiso quedar con gente? Para mí era una pesadilla, pensar que siempre hacía mal las cosas, que por eso no mejoraba...mi autoestima realmente cada vez se estaba yendo más abajo. Mi vida no me importaba nada, me quería morir, tuve algún intento de suicidio y a ellos, porque no sólo estaba D. que es psiquiatra, sino muchas psicólogas, no les importaba nada. No hablaban conmigo sobre el tema...el tema del suicidio se trataba como un tabú en una clínica psiquiátrica y llena de psicólogas, yo lo flipo, lo sigo flipando...si no se trata ahí, dónde hablas de que te quieres morir, ¿en un blog?..
No sé qué fue lo que me hizo reaccionar, quizás el estar allí casi tres días a la semana, más el quedar dos días al mes a comer con las chicas del grupo terapéutico, durante diez años y que cada vez me encontrara peor...el dejar de ver como un dios a D., algún fallo que cometieron en su red perfectamente construida...no lo sé, pero hubo algo que me hizo escapar de allí. ¡Ah!, ya recuerdo, una amiga mía de A., que ya había dejado la clínica años antes, porque fue mucho más inteligente que yo. Esa chica, un día en que me quejé de algo de la clínica en Facebook, en un tono un poco subidito porque ya estaba hasta el co..., ella me mandó un mensaje, me dijo que ella había ido a otra psicóloga y que estaba mucho mejor, que A. era una secta, que le daba pena el dinero que nos estaba robando D., etc...todo con muchísima razón. Este mensaje, junto con lo harta que ya estaba y mis propios razonamientos, pocos, que aún me quedaban sanos, me dio el empuje suficiente para dejar A., eliminar los teléfonos, direcciones de mail, facebook, direcciones de casas de cualquier persona relacionada con ellos, porque yo me conocía, y ya lo había dejado antes, muchas veces, y luego volvía,... pero esta fue la definitiva.
Ahora estoy con la psicóloga con la que se curó mi santa amiga de Facebook, y estoy mucho mejor, todo es más normal, más natural, no hay órdenes ni castigos, no hay humillaciones como las hay en A.
Cuando he hablado de la perfecta red que han construido, me refiero, a que meten en A. a todos tus conocidos, a tus familiares, amigos, maridos o novios y les explican muy bien el maravilloso trabajo que hacen, lo que estás mejorando, que necesitas al grupo terapéutico para salir del agujero, de esa manera, les tienen de su lado y si tú te quejas algún día de ellos, tu propia familia te dice que es que estás pasando un bajón, pero que todo mejorará.
De todas formas creo que si no fuera por el grupo, sería más fácil salir de allí. Todas pertenecemos a un grupo de terapia guiados (horrorosamente mal) por una psicóloga, recién titulada para que no se les ocurra subírsele a la chepa a D. Hay distintos grupos, pero todos funcionan igual. Todas teníamos que hacer 1 llamada telefónica a dos chicas del grupo cada día (es decir dos llamadas diarias a alguien del grupo), más las que tú recibías de otras chicas que te llamaban a tí. La cosa era que estábamos enteradísimas de lo que le pasaba a cada una cada día. Si alguien estaba mal, se mandaba un sms diciendo que tal o cual chica estaba mal y se la machacaba a llamadas. De esta manera, si estabas mal, te encontrabas apoyada y pensabas siempre que las chicas del grupo tenían la razón, aunque no la tuvieran, ya que el contestar todas a una era bastante apabullante. Conmigo eso no funcionaba mucho, porque cuando no me encontraba bien de ánimo, no cogía las llamadas, lógico en una fóbica social, quizás también por eso pude escapar de allí, porque mi grado de confianza en la gente del grupo no era tan alto como el que podían tener otras chicas, que parecía que tenían que pedir ayuda para saber el color de bragas que tenían que usar para salir de casa, y si no la conseguían, preferían no salir por si se equivocaban. Es decir, se creaba una relación de dependencia con el grupo y con los terapeutas totalmente insana. En lugar de hacerte más independiente, más segura, con una autoestima sana, ocurría todo lo contrario, y lo malo es que hasta que no he salido de allí, no me he dado cuenta. Y si yo les diera mi punto de vista ahora mismo a las chicas que siguen dentro, no me creerían, al contrario, pensarían que estoy fatal de lo mío...
Mientras tanto este D. se está montando en el dólar con el chollo y yo me he pasado 10 años de mi vida dándole mi dinero a cambio de ponerme más enferma y lo que más me duele, no tener dinero para lo que más me gusta...viajar. Calculad, pero yo pagaba todos los meses unos 540€, y estuve allí unos 10 años, pues eso, que no lo quiero ni pensar.
Podría contar muchas más cosas, hasta escribir un ensayo completo sobre cómo funcionan este tipo de sectas. Pero no creo que nunca lo haga, soy una superviviente y punto, no quiero ir más allá.
Estas cosas son muy difíciles de probar, y además aún estoy muy débil emocionalmente, pero ya somos un grupito de chicas las que estamos dispuestas a denunciarle, no sé,....ya veremos. Es algo que está ahí, lo de la denuncia, aunque él no iba a sufrir lo mismo, ni siquiera parecido a lo que nos ha hecho sufrir él a nosotras.
Lo mejor de todo es que actualmente, hoy no porque estoy un poco de bajón, pero ya casi nunca me acuerdo de ninguno de estos fantasmas del pasado.
Esta foto se la dedico a A. y a todo el personal que trabaja allí (espero no herir susceptibilidades de mis seguidores):
Hasta la próxima,
E.