miércoles, 31 de agosto de 2011

Mis objetivos profesionales

Hola a todo/as:

¿Cuáles son mis objetivos profesionales?

A estas alturas ya no tengo objetivos profesionales. Hay algunas actividades, algunos sectores, que me gustan más que otros; aunque también existen profesiones que detesto y otras que me gustan mucho. Pero, en definitiva, a mi edad, con 39 años, ya no puedo elegir mucho, son más bien los trabajos los que la elijen a una.

Cuando acabé el MBA quería dedicarme a trabajar en algún organismo internacional, como la ONU, UNICEF, FAO; FMI...es decir, salía de mis estudios con una imagen idealizada de lo que era la política y la economía internacional. 

Actualmente detesto algunas organizaciones como el FMI, el Banco Mundial; es decir, organizaciones cuyas actuaciones han sido totalmente negativas en los países, sobre todo en los más pobres, en los que se han establecido. El resto de las organizaciones, que son más políticas y sociales, no funcionan, no son ejecutivas. Últimamente se limitan a dar recomendaciones, que al no tener fuerza de Ley, los dirigentes de los países afectados no les hacen ni caso. La ONU se formó en 1948, es decir, tras la II Guerra Mundial, para evitar que se produjera de nuevo otra Gran Guerra. ¿Sabe alguien cuantas guerras ha evitado la ONU?, ninguna. Al existir el derecho de veto para determinados países, entre ellos, los dueños del mundo, es decir EEUU, que es el que regula la política internacional con total negligencia, la ONU es totalmente inservible. No voy a seguir hablando de este tema, porque la política internacional a pesar de lo mal que se ejercita, es algo que me apasiona.

Piccadilly Circus- Londres
Como para trabajar en una organización internacional, necesitaba un  buen nivel de inglés, me fui a Inglaterra durante un curso académico, que fue muy enriquecedor para mí. Sobre todo la sensación de libertad, de estar con gente de otros países, un horizonte abierto en contraposición al año anterior, en que que había estado encerrada en las celdas del Instituto de Empresa, en un ambiente enormemente competitivo en el que al final te caían mal, de una u otra manera, todos tus compañeros. 
Bradford- Inglaterra

Al volver a España y empezar a buscar trabajo me dí cuenta de lo difícil que es entrar en una organización internacional, sobre todo porque te piden 20 años de experiencia en el mismo tipo de trabajo, 5 idiomas, referencias de gente con la que has trabajado, etc...para un puesto de mísero técnico. Ahora sí, muy bien pagado y en el extranjero, lo que yo quería.

Ahí fue cuando me dí cuenta de que la vida iba a ser una sucesión de difíciles elecciones, en la que lo elegido  no tiene por qué ser mejor que lo rechazado, sino que, la mayoría de las veces nos conviene más por algo muy nimio. Por ejemplo, el tener novio o no. Si tienes pareja, pues ya es mucho más difícil irte a trabajar fuera, ya se sabe, el amor lo puede todo.

Bueno, pues tras estas aventuras y desventuras conocí lo que era el mundo del Marketing de manos de una multinacional. En definitiva, algo repugnante. Sector lleno de pijos estirados de mente cuadrada, vestidos de marcas muy caras sólo para aparentar ser algo que no son y que encima te exigen que vistas como ellos para aceptarte, con lo cual, yo siempre viví en un mundo aparte, en una especie de burbuja. Estuve dos años allí y ya no pude más.

Jayara- Yemen
Tras estudiar Filología Árabe, tuve que renunciar a irme unos años a estudiar árabe por ahí, porque ya me había casado. Si bien, mientras estudié la carrera, me fui todos los veranos a algún país árabe a mejorar el idioma, como ya os había comentado. Intenté el sector del comercio exterior con el mundo árabe, pero nada de nada. Aproveché mientras tanto a empezar el Doctorado y a quedarme embarazada. No acabé el Doctorado, porque no iba a poder terminar trabajando en ningún departamento de árabe de ninguna Universidad. Son departamentos muy pequeños, en los que hay ya gente que ha hecho sus doctorados con notas muy altas que esperan a entrar en la universidad antes que tú, todo eso unido a la frustrante y vergonzosa endogamia existente. Si no tienes contactos en la vida no eres nadie, pero en la universidad eres menos todavía. Así que aquí se frustró otro de mis objetivos laborales que era la investigación en la universidad.
Comida en Albergue de Jayara- Yemen
Yemen










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Tras tener a mi primer hijo y comenzar de nuevo a buscar trabajo, ya me fue imposible encontrar un trabajo al nivel del de la multinacional en la que estuve trabajando. Tuve otro golpe de realidad y a pesar de mi estupendo curriculum encontré que sólo podía aspirar a trabajitos de administrativo y dando gracias. He tenido una serie de trabajos de este tipo, pero como son tan poco gratificantes me acabé siempre largando. Excepto de mi último trabajo, que aunque también fuera de administrativo, me encontraba mejor porque el horario era muy bueno, estaba al lado de mi casa, con lo cual podía ir a recoger a mi hijo al cole sin angustias de atascos. Pero, en este caso, me echaron, no porque hiciera mal mi trabajo, sino porque la maldita crisis comenzó y fue la perfecta excusa para que muchas empresas se deshicieran de personal, sin tener por qué hacerlo. Y ese fue mi caso, a la empresa, otra "maravillosa" multinacional, no le importaron ni un bledo sus "Recursos Humanos", porque simplemente éramos eso, recursos, como las materias primas, las maquinarias, el mobiliario, etc...es decir, una partida más en la cuenta de Pérdidas y Ganancias. Mi empresa ese año tuvo pingües beneficios, y ha seguido teniéndolos año tras año de crisis, pero no por ello ha dejado de echar a gente. Total, si se puede explotar más a menos cantidad de trabajadores, pues más beneficios para la empresa. ¿He dicho ya alguna vez que el dinero es asqueroso?

Así pues, aprovechando la crisis de todo tipo que azota fundamentalmente al mundo capitalista, que se dirigía a un liberalismo a ultranza que nos estalló en la cara, yo tuve a mi segundo hijo. Actualmente, que mi hijo comenzará a ir a la guardería yo volveré a buscar trabajo, porque si estoy más tiempo sola en casa cuidando de él, me muero. Quiero centrarme en el sector de las organizaciones sin ánimo de lucro, en algún puesto que no tenga nada que ver con la contabilidad, ja, ja, ja... 

Bueno, a pesar de todo, sigo teniendo sueños y ese es mi actual objetivo profesional. Tengo algo de experiencia porque estuve trabajando durante varios meses en una importante O.N.G., en la parte relacionada con la administración de la empresa, es decir, números, números, números. Me gustó muchísimo la empresa, su gente, pero el trabajo era absolutamente estresante porque estaba todo muy mal organizado y la persona a la que yo sustituía, ya se había ido cuando yo llegué, con lo cual, no sabía cómo se hacían allí las cosas. Yo que soy hiper perfeccionista, no puedo soportar no tener las cosas controladas, con lo cual lo pasé fatal y me prometí que nunca más trabajaría en temas de administración.

¿Me daré otro choque de realidad esta vez? está claro que sí. 

¿Se irá otro objetivo profesional a la mierda (con perdón)? seguro que sí. 

De todas formas lo intentaré, que más me da. No tengo nada que perder, porque como me dijo un antiguo psiquiatra al que yo iba: "pero, ¿qué vas a perder, si tú no tienes ninguna carrera profesional?"

Pues eso... 

Esther

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